Lo llaman "el brócoli mecánico", y qué mejor manera de homenajear a este abundante vegetal en la pedanía lorquina, que estampándolo en la segunda equipación, que estrenarán esta noche en el "Trofeo Playa y Sol" ante el Águilas en su debut en el torneo. El equipo de Tercera División La Hoya Lorca, que hace unos meses se quedó sin poder saborear el ascenso a Segunda B, no quiere pasar desapercibido esta temporada tampoco. Desde luego que el diseño de la marca deportiva Daen a buen seguro que saldrá pronto en los diarios deportivos nacionales, por su originalidad y su fiel identificación con el mayor símbolo de la pedanía. Y es que, además, muchos de los directivos del club dedican su actividad al cultivo de brócoli.
En esto del marketing y del merchandising deportivo parece que todo no está inventado, y es que cada poco tiempo vemos como las marcas se inventan un diseño de equipaciones cada vez más "extra-ordinario" o fuera de lo común. Sin ir más lejos, recordamos la reciente polémica por el chándal y los polos que lucieron los deportistas olímpicos españoles durante los pasados Juegos celebrados en Londres. Un uniforme que dio mucho que hablar en los medios de comunicación y en las redes sociales, donde fue tachado como "hortera" o "cani" y dio pie a la creación de grupos como "Pedirle a un rival que te cambie la camiseta y ver el pánico en su cara" o "El chándal no es para ir a por el oro, es para ir a robar cobre". Desde luego que si lo que querían el Comité Olímpico Español o la marca rusa Bosco Sports era que hablaran de ellos, lo consiguieron.
Pero incluso las firmas más grandes como Nike, tratan cada año de darle una vuelta de tuerca a sus diseños y no siempre con el mayor de los aciertos. Si no, observen la segunda equipación que llevará el Barcelona en la presente temporada. Naranja fundido con amarillo, en una equipación electrizante con la que el club quería transmitir "la efervescencia" del juego culé. Y así es, porque se parece mucho al complejo vitamínico efervescente que me tomo yo por las mañanas.
En fin, que para gustos los colores, nunca mejor dicho en este caso, y que sin lugar a dudas, podrán ser equipaciones no muy bonitas estéticamente, pero siempre rentables para los equipos y las marcas deportivas. Por ello cada año enrevesan más el tema.
La cosa no se queda aquí, tenemos muchísimos más ejemplos de camisetas de fútbol cuanto menos sorprendentes. En este enlace podéis encontrar algunas de ellas. No os perdáis la del Athletic de Bilbao, la del portero inglés Seaman, o con la que ganó México la Copa Confederaciones en 1999. Aunque en el deporte, claro está, lo importante no es la apariencia, sino los goles marcados, los puntos anotados o llegar antes que tu rival a la meta. Si no, no sería deporte, sino moda. Feliz estilo... Digo, feliz día... para todos.
José David Millán
@ObjetivoJD
josedavidmillan@gmail.com
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